Yuneeh había elaborado bien su defensa y se sentía a salvo por ello. No obstante, lo que le sorprendió fue que aquel hollow se hubiese dado cuenta de sus intenciones al hacer ese par de tajos conectados. De hecho, no esperaba que fuese la mitad de inteligente de lo que estaba demostrando. Se estaba convirtiendo en un adversario interesante.
Lo que ella creía de los hollow era que se centraban en la ofensiva total y así solía enfrentarlos. Tal vez, por ello, aquella lucha era un tira y afloja para ella. Si ambos iban a la defensiva, alguno tenía que ceder. Era una experiencia enriquecedora, sin duda.
La chica permaneció atenta, guardando distancias, unos segundos -"¡Idiota!¿A qué esperas para dejarnos salir?"- preguntó el Arcaeus solar, ya histérico por que la chica hubiese errado su primera ofensiva. Esta tomó aire, pensativa -"No procede. Sólo en último caso o en el momento de un ataque sorpresa"- respondió ella, convencida. Por ahora, quería comprobar hasta qué punto alcanzaba el intelecto del hollow. Arcaeus, por su parte, bufó de forma audible. Yuneeh, acostumbrada a sus arrebatos, lo ignoró por completo.
La chica se propulsó hacia atrás de un salto raso, mientras alzaba, con rapidez, el dedo de su mano libre y gritaba -¡Byakurai!- y un rayo de luz blanca se propulsó hacia el hollow, en el cuál, en teoría, debería de impactar. La chica se acercó furtivamente para ver lo que el hollow era capaz de hacer y, si éste había recibido el golpe de modo adecuado, simplemente rematarlo. Si no era de ese modo, atendería a su reacción para tomar las medidas pertinentes. No podía permanecer esquivando para siempre.
Lo que ella creía de los hollow era que se centraban en la ofensiva total y así solía enfrentarlos. Tal vez, por ello, aquella lucha era un tira y afloja para ella. Si ambos iban a la defensiva, alguno tenía que ceder. Era una experiencia enriquecedora, sin duda.
La chica permaneció atenta, guardando distancias, unos segundos -"¡Idiota!¿A qué esperas para dejarnos salir?"- preguntó el Arcaeus solar, ya histérico por que la chica hubiese errado su primera ofensiva. Esta tomó aire, pensativa -"No procede. Sólo en último caso o en el momento de un ataque sorpresa"- respondió ella, convencida. Por ahora, quería comprobar hasta qué punto alcanzaba el intelecto del hollow. Arcaeus, por su parte, bufó de forma audible. Yuneeh, acostumbrada a sus arrebatos, lo ignoró por completo.
La chica se propulsó hacia atrás de un salto raso, mientras alzaba, con rapidez, el dedo de su mano libre y gritaba -¡Byakurai!- y un rayo de luz blanca se propulsó hacia el hollow, en el cuál, en teoría, debería de impactar. La chica se acercó furtivamente para ver lo que el hollow era capaz de hacer y, si éste había recibido el golpe de modo adecuado, simplemente rematarlo. Si no era de ese modo, atendería a su reacción para tomar las medidas pertinentes. No podía permanecer esquivando para siempre.