Había esperado pacientemente a que su golpe diera en el blanco, y así había sido... aunque, el movimiento no tuvo el efecto del todo deseado. La Hollow había estado acechando al shinigami desde aquel lanzamiento de su propia guadaña, por lo que, al ver que los despojos de edificio no habían llegado a hacerle gran cosa, se preparaba para saltar encima de él antes de darle tiempo libre a otro ataque...
... pero llegaba tarde. Nada más saltar, para caer en picado encima de él mientras abría sus bocas - casi podía sentir el sabor del chico - una onda oscura apareció en escena, salida del arma del pelirrojo. La Hollow intentó pararla con una de sus extremidades/guadaña, a la vez que regresaba al suelo tras el salto, pero... su sorpresa fue que la onda traspasaba su obstáculo. Apartó rápidamente su brazo, y aunque intentó girar su cuerpo para esquivar aquella anomalía, no pudo evitarlo del todo, y un rasgón que lagrimoneaba sangre apareció en su pecho, un poco más abajo del agujero que todos los hollow poseían.
Estaba furiosa, aquello se volvía demasiado peligroso para ella, y estaba tardando en matar a aquel joven. Como todo hollow, con poca inteligencia, dejó de lado aquella defensa que la distancia contra el rival le garantizaba, y empezó a acumular poder, mientras avanzaba hacia su rival con ambas guadañas. Primero, un corte con la derecha, luego, un tajo con la izquierda, seguido de uno transversal con la derecha nuevamente... todos esos movimientos, hechos con fuerza y rabia, pero sin pararse a apuntar como antes, lo que quería era resultado, no seguridad... algo que, su herida en el pecho, obligaba a hacer. Le molestaba, y no podía moverse tanto como antes, ya que si hacía un movimiento brusco podría empeorar... así que tuvo especial cuidado en elegir la velocidad de sus ataques.
Claro que, aquel contratiempo podría ser sustituido fácilmente. Para compensar aquellos movimientos torpes, aquel poder que acumuló fue liberado. Con un grito, un cero salió de su boca, en dirección al chico... y una vez lanzado, se alejó. Le costaba respirar.