Las calles del Seretei estaban relajadas, había poca actividad últimamente en la Sociedad de Almas y eso aburría a todos los Shinigamis, especialmente a Black; quién le encantaban las misiones de asalto. No hacía mucho que había sido graduado en el 2º Escuadrón de Protección, no eran muchas las misiones que había realizado pero él había mejorado mucho sus habilidades; además había conseguido obtener su Shikai, una fita que no era nada fácil, pues ahi Shinigamis que pasan años y no consiguen controlarlo. Pero eso a Black le importaba muy poco, quizás era un poco egoista, pero solo se preocupaba por su bien estar físico y psíquico; si que es cierto que solía ayudar a los demás, pero muchas veces hecho más por obligación que no por ganas; aún así siempre daba lo mejor de si.
Black se encontraba paseando tranquilo por el Sertei cubierto con una enorme capa negra que le cubría todo el cuerpo, era imposible reconocerlo si no fuera por su Zanpakutoh que llevaba colgando en la espalda, tan especial y única; tan genial para Black. Además era el único que iba con esos atuendos así que todo el mundo sabía de quién se trataba pero eso no le importaba a Black; tenía sus motivos para vestir con esa enorme capa negra, además que siempre se aislaba de todo el mundo y no tenía amigos, o almenos algo que él denominara amigos; si que tenía un montón de compañeros, pero simplemente se quedaban en eso, compañeros.
El día era soleado, y el calo empezaba a ser sofocante; pero Black no presentaría ningún simptoma de flaqueza; aunque sus movimientos eran sigilosos, no solía usar los tejados, pues sus principios de ninja le hacían siempre moverse entre las sombras; aunque cada vez se dejaba ver más por la mera costumbre de pasar siempre por allí. Eso no quería decir que no estuviera atento a todo lo que le rodeaba, espectante...
Black se encontraba paseando tranquilo por el Sertei cubierto con una enorme capa negra que le cubría todo el cuerpo, era imposible reconocerlo si no fuera por su Zanpakutoh que llevaba colgando en la espalda, tan especial y única; tan genial para Black. Además era el único que iba con esos atuendos así que todo el mundo sabía de quién se trataba pero eso no le importaba a Black; tenía sus motivos para vestir con esa enorme capa negra, además que siempre se aislaba de todo el mundo y no tenía amigos, o almenos algo que él denominara amigos; si que tenía un montón de compañeros, pero simplemente se quedaban en eso, compañeros.
El día era soleado, y el calo empezaba a ser sofocante; pero Black no presentaría ningún simptoma de flaqueza; aunque sus movimientos eran sigilosos, no solía usar los tejados, pues sus principios de ninja le hacían siempre moverse entre las sombras; aunque cada vez se dejaba ver más por la mera costumbre de pasar siempre por allí. Eso no quería decir que no estuviera atento a todo lo que le rodeaba, espectante...